Desde chica, crear es mi manera de conectarme con el mundo.
Nací en Lituania, pero desde los cinco años vivo en Argentina. Ese cruce de mundos - el frío del Báltico y la calidez de acá - también vive en todo lo que hago. Esto le dio origen al nombre de mi marca.
Estudié diseño, trabajé en fábricas, talleres y grandes marcas argentinas. Siempre me importó aprender sobre cada eslabón de la cadena productiva.
Durante este recorrido me encontré con el cuero y decidí perfeccionarme en este rubro tan distinto a todos y que realmente me encanta. Así nació Váltica, este proyecto tan íntimo. Una forma de volver a lo esencial: hacer productos con líneas deliberadamente minimalistas y una silueta relajada. Piezas hechas con las manos, una por una para que duren y acompañen por años.
Después llegó Londres. Me mudé y tuve la oportunidad de seguir aprendiendo con artesanos increíbles. Pero esa marca que había pausado seguía latiendo, hasta que un día sentí que era momento de volver.
Hoy Váltica está más viva que nunca.
Detrás de cada diseño hay oficio, piezas únicas que exploran la fuerza de las formas simples y los detalles impecables.
Trabajo con cuero libre de químicos y con una idea que lo guía todo: lo que vale la pena lleva tiempo.
Gracias por estar acá y ojalá encuentres algo que te acompañe.
Pavla. Sí, con V.